La XXXIII
Asamblea General Ordinaria de la Asociación Colombiana de Herbarios,
reunida el 31 de
agosto de 2012, en Villa de Leyva, recogiendo el sentir de la
comunidad
botánica colombiana congregada en esta organización, hace expreso a
la sociedad en
general su sentimiento de congoja por el fallecimiento del botánico
Pedro Ortiz
Valdivieso, S.J., acaecido en la ciudad de Bogotá el 18 de julio del
presente año.
Ante tan doloroso
suceso, la Asociación hace llegar a su familia y allegados un
sincero saludo de
solidaridad, adhiriendo al sentimiento de pesar que a todos
embarga. Así
mismo, quiere rendir un merecido reconocimiento a uno de los más
ilustres
exponentes de la ciencia botánica nacional,quien dedicó sus esfuerzos
a la producción
de meritorios aportes en su consagrado y profundo estudio del
monumental mundo
de las Orquídeas.
Doctorado en
ciencias bíblicas y profesor de lenguas bíblicas y nuevo testamento
en la Pontificia
Universidad Javeriana de Bogotá, era un hombre de una gran
formación
intelectual, de comportamiento humilde, afable y sincero. Nacido
en Floridablanca
en 1926, desde 1967 se dedicó al estudio de la familia
Orchidaceae,
siendo autor de la obras “Orquídeas de Colombia”, “Orquídeas
ornamentales”,
“Las orquídeas del Género Masdevallia en Colombia”, “Gallery
of Colombian
orchids”, donde recopiló más de 8.000 imágenes en una base de
datos primordial
para el estudio de la familia; además, contribuyó con “Orquídeas
nativas de
Colombia”, fue editor del volumen 11 de la “Flora de la Real Expedición
Botánica del
Nuevo Reino de Granada”, se destacó como incesante productor de
artículos en la
revista Orquideología y descriptor de muchas especies nuevas de
esta familia para
la flora colombiana.
Al exaltar la
memoria de esta figura egregia de la ciencia del país debe destacarse
una vida
productiva basada en la sencillez y pulcritud de comportamiento, el
consagrado amor
por sus semejantes, la fervorosa dedicación a su trabajo y,
especialmente, el
talento singular para el estudio y la investigación. Las nuevas
generaciones de
botánicos encontrarán en su vida un ejemplo inspirador de
conciencia y
sentido de apropiación por el cultivo de la ciencia y el desarrollo de la
cultura.
Al Padre Ortiz,
como cariñosamente le llamábamos, ofrecemos nuestro homenaje
de respeto y
mediante el reconocimiento franco de colegas y discípulos
proyectaremos en
la memoria imperecedera el valor de su laborioso trajinar
científicoasí
como el de sus exitosas ejecutorias.
Honor y gloria a
nuestro apreciado colega.
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